La mariposa Esfinge colibrí resulta sumamente interesante, debido a que su vuelo característico y aspecto es muy similar al de un pequeño colibrí. Esta especie de mariposas bate las alas de forma enérgica mientras vuela bebiendo el néctar de las flores, por lo que hay que prestar especial atención a sus antenas y anatomía en general para no confundirlas con los diminutos pájaros con quienes comparten el nombre. Es increíble la similitud en el vuelo de las dos especies, que ni siquiera comparten el mismo continente.
El nombre científico Macroglossum stellatarum indica otro rasgo significativo que es su larga probóscide, ya que “macroglossum” significa lengua grande, mientras que “stellatarum” hace referencia al género de plantas de las que se alimentan cuando son orugas.
Las mariposas colibrí son originarias del viejo mundo, por lo que encuentran comúnmente en la zona sur de Europa, el norte de África, así como en el centro y oriente de Asia. Aunque estos son sus hábitats permanentes, también es posible que durante el verano extiendan sus dominios al norte de Europa, la India y el sureste asiático.
En la etapa embrionaria se encuentran dentro de un huevo de forma ovoide, con colores que varían desde las tonalidades amarillas a verdosas. En el estado larval mantienen esta coloración, siendo al inicio de un color amarillo y luego de un verde claro.
Las mariposas adultas tienen una cabeza muy diferenciada, en la que destacan unos ojos grandes y nítidos, así como dos antenas engrosadas. Tanto el tórax como el abdomen son anchos y aplanados, con unas escamas que les dan un aspecto de cola de ave.
La prominente probóscide les permite succionar el néctar de las flores en pleno vuelo, sin apenas posarse sobre ellas.
Las alas poseen una envergadura de apenas 40 o 45 mm. Las delanteras son estrechas, apuntadas y de un color parduzco, con una presencia marcada de puntos y líneas negras. Las alas posteriores en cambio son de un color más vivo, a menudo anaranjado o amarillo.
Las mariposas colibrí son capaces de volar hacia atrás, y mientras agitan sus alas ágilmente se escucha una especie de zumbido característico. Cuando están en reposo mantienen las alas planas y dirigidas hacia atrás como si fuesen flechas.
Se consideran mariposas longevas ya que pueden alcanzar los 4 meses de vida, lo que es bastante en comparación con otras especies de mariposas que tienen un ciclo vital más efímero.
A diferencia de la mayoría de los esfíngidos que son nocturnos, las mariposas colibrí son de los lepidópteros de hábitos diurnos. Las horas del mediodía son las de mayor actividad para ellas, aunque también es posible verlas volando temprano al amanecer o a la caída de la tarde.
Debido al alto consumo energético que demanda su tipo de vuelo, estas mariposas necesitan alimentarse con frecuencia para acopiar suficientes azucares y grasas. Pasan gran parte del día alimentándose e incluso durante el apareamiento pueden seguir libando. Sus preferidas son las flores que generalmente están cargadas de néctar, tales como las violetas, jazmines, tulipanes, verbena, etc. Sorprende mucho a los investigadores la manera en que reconocen dentro de una amplia extensión, las flores que ya han visitado, hecho que les permite no gastar energía en visitar flores ya libadas.
Muchos de los individuos mueren a causa del frío invernal, pero algunas de estas mariposas son capaces de migrar hacia climas más cálidos o hibernar en refugios improvisados. La hibernación comienza generalmente en el mes de noviembre y se puede extender hasta marzo, en dependencia de las reservas que haya acumulado la mariposa. En este tiempo se posan con las alas plegadas en un sitio seguro, que puede ser un agujero en un tronco o el interior de una edificación, y dejan pasar los días en este estado de letargo.
Las mariposas colibrí son multivoltinas, lo que quiere decir que pueden tener varias generaciones por año, aunque generalmente se reduce a dos o tres como máximo.
Luego del apareamiento las hembras ponen por separado cada uno de sus huevos sobre las plantas herbáceas del género Gallium y Rubia, pudiendo llegar hasta 200 los huevos de una misma puesta. Los huevos tienen una apariencia ovoide de color verde y pueden tardar en eclosionar alrededor de 8 días.
Las larvas recién salidas son de un color verde pálido y cuando se encuentran más creciditas se tornan de una tonalidad verde más intensa, con dos líneas transversales amarillas. Además poseen el típico apéndice en forma cuerno en la parte de atrás, que es característico de las esfinges. Ya cuando se encuentran casi listas para entrar a la etapa de crisálida se vuelven de un color parduzco.
Las crisálidas de las mariposas colibrí se pueden encontrar en las plantas de las que se alimentaban cuando orugas o simplemente en el suelo. La crisálida es de un color marrón claro traslúcido y destaca la probóscide prominente y las escamas en el otro extremo. Emergen como mariposas adultas o imago, sin mucha variación en los colores y las características anatómicas de los individuos.