Las mariposas son insectos pertenecientes al orden de los lepidópteros, un taxón que ocupa el segundo lugar de la clase Insecta según el número de especies que comprende, con un aproximado de 170.000 especies conocidas y 200.000 estimadas.
Tradicionalmente las mariposas se agrupaban en dos grandes sub-órdenes que tomaban en consideración sus períodos de actividad: las mariposas diurnas o Ropaloceros y las mariposas nocturnas o Heteroceros. Aunque es una distinción que ya no se utiliza en la cladística moderna, sigue siendo útil en la actualidad para su estudio y diferenciación. El número de especies de las mariposas nocturnas resulta muy superior al de las diurnas, con una proporción de 12 a 1.
Las mariposas diurnas pueden ser distinguidas de las nocturnas por una serie de características anatómicas y hábitos, entre los que se encuentran: la coloración de las alas, la morfología de las antenas, la apariencia corporal, el acoplamiento alar, la postura en reposo, la manera en que ganan temperatura para volar, etc. A continuación vamos a ver algunos de estos aspectos que nos ayudarán a diferenciar las mariposas diurnas y nocturnas, aunque siempre existen excepciones a todas las reglas y algunas especies que están a medio camino entre ambos sub-órdenes, no son consideradas.
La identificación de la forma de las antenas es un recurso muy útil para la distinción de las mariposas diurnas de las nocturnas. Como el nombre Ropaloceros (Ropalon significa maza) indica, un porciento elevadísimo (99.9%) de las mariposas diurnas presentan antenas filiformes muy delgadas, con un engrosamiento en la terminación en forma de maza. Estas antenas con forma de maza son comunes en ambos sexos.
En cambio las mariposas nocturnas no poseen esta forma de maza con engrosamiento en sus antenas, siendo más amplia la variedad de formas: filiformes, plumosas, dentadas, alatigadas, bipectinadas, pectinadas, etc. De igual manera el nombre científico Heteroceros (Hetero significa diverso) sugiere que puede haber un amplio abanico de posibilidades para este rasgo. Las antenas de los especímenes nocturnos machos suelen ser también de mayor tamaño, para poder captar así las feromonas que emiten las hembras para aparearse.
La gran mayoría de las mariposas diurnas presentan una apariencia corporal frágil y delicada. En comparación las mariposas nocturnas poseen una complexión más notable, con un aspecto peludo y abigarrado. También las alas de las nocturnas suelen tener una mayor envergadura y resistencia. Estas diferencias morfológicas responden a los períodos de actividad de cada grupo, ya que las mariposas nocturnas necesitan mecanismos que las ayuden a retener el calor durante la noche.
El sistema de acoplamiento alar durante el vuelo es otro de los factores distintivos que permite identificar si se trata de una mariposa diurna o nocturna. Las mariposas diurnas poseen una estructura alar que funciona de manera independiente en el vuelo.
En cambio las nocturnas realizan un acoplamiento alar mientras vuelan, manteniéndose unidas las alas anteriores y posteriores. Hay especies que están dotadas de un órgano llamado frenulum, que funciona a modo de filamento para el engranaje de las alas posteriores y anteriores, en otros casos es un lóbulo en el ala anterior el que ayuda a mantener las estructuras acopladas.
También existen diferencias en cuanto a la posición de las alas mientras las mariposas se encuentran en reposo o dormidas. Para el caso de las mariposas diurnas, las alas se mantienen plegadas en una posición vertical con respecto al cuerpo. Muy por contrario las mariposas nocturnas colocan las alas en un plano casi horizontal, cubriendo con las alas anteriores las posteriores.
Aunque en esta regla hay bastantes excepciones, la gran parte de las mariposas diurnas tienden a tener una variada gama de tonalidades en sus alas, con patrones llamativos o brillantes. Las mariposas nocturnas en cambio no resultan tan vistosas, con tonos apagados donde predominan los pardos y marrones. Los patrones en sus alas de generalmente poseen motivos en zigzag o de puntos que les sirven para camuflarse en el entorno.
Los horarios de actividad de las mariposas están sugeridos en su nombre común. Las mariposas diurnas necesitan el calor del sol para poder volar debido a la morfología de su cuerpo, por lo que son activas exclusivamente durante el día. Mientras que las mariposas nocturnas poseen adaptaciones que les permiten volar en los horarios del crepúsculo y la noche.
Muy asociado a los horarios de actividad se encuentra el método que utiliza cada grupo de mariposas para ganar temperatura y poder emprender el vuelo. Las mariposas diurnas la obtienen directamente del sol, por lo que extienden sus alas como si fuesen placas solares que necesitan cargarse. En cambio las mariposas nocturnas no tienen esta ventaja y tienen que enfrentarse a las bajas temperaturas de la noche. La abundante pubescencia que poseen les ayuda, pero el incremento de su temperatura corporal responde a un prolongado y continuo vibrato alar.